Cuando por primera vez llegué a la iglesia de Vitacura, me recibió una pareja de hermanos: Felipe y Francisca. Ambos estaban haciendo el aseo y me recibieron muy amablemente.
Por otra parte, a Javier no recuerdo exactamente cómo lo conocí, sólo recuerdo que era un chico al que le encantaba (aún) la bicicleta, y se la pasaba en competencias del rubro. Además, tenía un ministerio en la iglesia que se llamaba "Dejando Huellas", que consistía en invitar a niños de diferentes edades a aprender trucos en la bici, y obviamente, hablarles del Señor.
Ellos habían pololeado varios años, así que el anuncio de su boda era algo esperado por muchos. Nos pidieron a Hugo y a mi, que cantáramos en su ceremonia. Era una canción muy conocida de Steven Curtis Chapman: "I will be here"(traducida al español, por supuesto).
Es muy importante señalar que ellos fueron la primera pareja de la iglesia en casarse, y después de ellos...todo se descontroló. La cantidad de matrimonios aumentó regularmente a medida que pasaban los años, y prácticamente se casaron todas las parejas que quedaban.
Esta fue la primera vez que fuimos a una boda juntos con mi pareja, Ignacio, el chico que me había prendado en el campamento.
Me conseguí vestido con la mejor amiga de la novia, y me compré unas chalitas preciosas que estaban en súper oferta.
El día de la boda, nos fueron a dejar mis papás, porque nos tocó pasar a buscar una de las tortas del matrimonio y llevarla al lugar. Terrible tarea porque teníamos que andar con no poca lentitud para no desarmar la torta.
La canción era al principio de la ceremonia, y eso fue todo el tiempo que mis pies pudieron aguantar las nuevas chalitas. Afortunadamente andaba preparada con otros zapatos menos glamurosos. Y ahora, esas chalitas que jamás volví a usar, irán a parar a los pies de la novia.
El matrimonio fue en Pirque, al aire libre, y con una fiesta en la azotea de una pequeña construcción que había ahí mismo.Fue la primera vez que vi a Luchito & Belen bailar salsa. Bailaban bellísimo.
Cuando comenzó el baile, desde arriba, vi como mis suegros se retiraban del lugar.
Cuando estábamos aún comiendo, nuestro Pastor comenzó a guiar un juego que consistía en repartir regalos útiles para la casa cada vez que ellos respondieran correctamente una pregunta sobre el otro. El regalo que más recuerdo, fue un paquete de perritos de ropa. Gran regalo. Yo llevo 9 meses casada y aún no tengo perritos de madera y me hacen falta.
Serpia un buen ejercicio que cada vez que vean una entrada, se fijen en las personas que aparecen en las fotos. Pueden estar muy separadas en la foto, pero en unas entradas más, van a estar casados. Espérense no más y pongan ojo.
Por otra parte, a Javier no recuerdo exactamente cómo lo conocí, sólo recuerdo que era un chico al que le encantaba (aún) la bicicleta, y se la pasaba en competencias del rubro. Además, tenía un ministerio en la iglesia que se llamaba "Dejando Huellas", que consistía en invitar a niños de diferentes edades a aprender trucos en la bici, y obviamente, hablarles del Señor.
Ellos habían pololeado varios años, así que el anuncio de su boda era algo esperado por muchos. Nos pidieron a Hugo y a mi, que cantáramos en su ceremonia. Era una canción muy conocida de Steven Curtis Chapman: "I will be here"(traducida al español, por supuesto).
Panki y Javier, en su más esperado día. |
Esta fue la primera vez que fuimos a una boda juntos con mi pareja, Ignacio, el chico que me había prendado en el campamento.
Me conseguí vestido con la mejor amiga de la novia, y me compré unas chalitas preciosas que estaban en súper oferta.
El día de la boda, nos fueron a dejar mis papás, porque nos tocó pasar a buscar una de las tortas del matrimonio y llevarla al lugar. Terrible tarea porque teníamos que andar con no poca lentitud para no desarmar la torta.
La canción era al principio de la ceremonia, y eso fue todo el tiempo que mis pies pudieron aguantar las nuevas chalitas. Afortunadamente andaba preparada con otros zapatos menos glamurosos. Y ahora, esas chalitas que jamás volví a usar, irán a parar a los pies de la novia.
El matrimonio fue en Pirque, al aire libre, y con una fiesta en la azotea de una pequeña construcción que había ahí mismo.Fue la primera vez que vi a Luchito & Belen bailar salsa. Bailaban bellísimo.
Cuando comenzó el baile, desde arriba, vi como mis suegros se retiraban del lugar.
Las damas y los caballeros. Pronto, dos de ellos aparecerían juntos. |
Cuando estábamos aún comiendo, nuestro Pastor comenzó a guiar un juego que consistía en repartir regalos útiles para la casa cada vez que ellos respondieran correctamente una pregunta sobre el otro. El regalo que más recuerdo, fue un paquete de perritos de ropa. Gran regalo. Yo llevo 9 meses casada y aún no tengo perritos de madera y me hacen falta.
Serpia un buen ejercicio que cada vez que vean una entrada, se fijen en las personas que aparecen en las fotos. Pueden estar muy separadas en la foto, pero en unas entradas más, van a estar casados. Espérense no más y pongan ojo.
Vestido prestado, zapatos prestados, pero el novio es mío. |
Comentarios
Publicar un comentario