18/07/2007 ~Boda Civil: Camila & Ezequiel~

Este matrimonio se antepuso inesperadamente a uno que venía planeado de varios meses antes. Y cuando digo inesperadamente, me refiero a que nos avisaron del evento una semana antes. Okey, quizá dos.
La situación fue tan inesperada que nos costó bastante reaccionar con mi Mamá.
La boda se realizó en algún registro civil de Talcahuano, y el novio era mi primo querido de la vida. Mi primo con el que crecí jugando a hacer volar pollitos y Age of Empires. Mi primo con el que nos enviábamos cartas entre Rancagua y Santiago, las suyas mucho más interesantes que las mías, porque además de escribir con mucho color, me adjuntaba alguno de sus maravillosos dibujos.


Como de costumbre, por el trabajo de mi papá, solo pudimos ir mi mamá, mi hermano y yo. Era una mañana helada.
El registro civil era blanco y frío por fuera. Recuerdo que me vestí con una tenida formada por prendas que me encantaban por si solas, pero no sé si juntas pegaban bien. Pero era lo que tenía y en realidad el look no es lo mío. Lo van a ir notando a medida que suba más entradas.
Fueron muchas emociones. Era, si no mal recuerdo, la segunda vez que asistía a una boda civil, y me parecía una situación muy intensa. La primera vez era harto más chica que ahora, y recordaba muy poco. Y entendía menos.
Mi primo andaba con una camisa roja, fiel a su estilo. Y la Cami, a quien en ese momento no conocía muy bien, un traje formal dos piezas. Tenía muchos pensamientos acerca de quien se estaba convirtiendo en la esposa de mi primo, mi primer amigo. Sentía una especie de celos.
El brindis de los novios en casa de los padres del novio. Asumo que el bebestible era fanta, pero puedo estar inventando.

Los testigos de su ceremonia fue una pareja de amigos muy queridos de ellos, que recuerdo me llamaban mucho la atención.
Luego de la ceremonia nos fuimos a la casa de mis tíos (papás de mi primo) a almorzar y celebrar con cositas ricas. Hicieron el tradicional brindis de los novios, comimos pollito asado y estuvimos compartiendo un poco con los diferentes invitados.
No recuerdo en qué momento decidimos irnos, pero fue un día que quedó marcado.
Poco tiempo después de la boda, pude conocer mucho más a la Cami y, sin ninguna duda, es la mejor mujer con quien mi primo podría estar y viceversa. 


Mi hermano y yo acompañando a los novios. Yo usando un atuendo al que le saqué el jugo porque era mi única ropa formal.

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