03/04/2015 ~Lucibik & Gonzalo~

Gonzalo, un hermano muy simpático, llevaba un tiempo en la iglesia, cuando empezamos a notar actividad sospechosa en sus redes sociales con una chica muy guapa, que lamentablemente para él, vivía bastante lejos, por lo cual no podían verse tan a menudo.
Al poco tiempo después, supimos que estaban juntos, y más aún que querían casarse.
Insistiré con lo de la chica guapa, porque realmente yo la encontraba (aún) muy bella, además de enfatizar su belleza con la ropa que usaba.

El querido Pastor Christian listo para iniciar la bella ceremonia.
 Cuando ya se estaba acercando la fecha de la boda, hubo una emergencia en la ciudad donde vivía Luci y su familia, por lo cual se vieron forzados a cambiar la fecha.
Habíamos sido invitados varios de la iglesia, incluidos nosotros con Nacho (quien pertenecía a otra iglesia), quien decidió no asistir...por motivos. 
Así que en una de nuestras tantas aventuras, nos fuimos con mi gran amigo Minsi en el auto del famosísimo doctor Pedro Ochoa. Allí escuchamos buenas historias, y contamos otras también, hasta que llegamos al lugar, que era muy hermoso. 

Si no hubiera visto las fotos, no recordaría que a este matrimonio también asistí con un vestido y un chaleco prestado. Si, vale la pena tener amigas. Mi amiguita Cami me prestó su vestido rojo, que me salvó completamente. ¿Zapatos? Probablemente los mismos que usé en casi todos mis eventos elegantes.
Mientras estábamos a la espera del comienzo de la ceremonia, y seguíamos conversando entre Pedro y el Minsi, sonaba al fondo el soundtrack de LOTR, lo cual hacía del momento, un momento aún mejor.
Afortunadamente nos tocó en la misma mesa con el Minsi, como nos pasó varias veces más, y con unos amigos de los novio que no conocíamos, pero que resultaron ser muy simpáticos. A mitad de la comida no me empecé a sentir muy bien, así que la dejé media botada, pero seguí disfrutando de la fiesta y el bossa nova en vivo.
Obviamente había más gente en nuestra mesa, que hizo que la velada y la comida fuera muy entretenida...y que se dieran conversaciones surrealistas.
 Luego, vinieron los postres, el bailecito...a lo cual nos volvimos a aprovechar del profesor y nos fuimos con el de vuelta a nuestras casas. Yo me venía bastante cansada, pero la pasé muy bien. 

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