"Él
nos
dijo:
“mejor que
uno son
dos”, Lo
hemos creído y
vivido Así.
Con
nuestras distancias
de carácter y edad, aún con
grandes luchas
y nuestra
maldad; comprometidos y ayudándonos
a mirar con los ojos del
Señor, juntos somos dos,
mejores
en amor.
Juntos
somos dos,
mejores
en amor.
Juntos
somos dos,
mejores
en amor. "
Voy a partir diciendo que las fotos de este matrimonio son bellísimas, bellísimas. Le aprovecho de hacer publicidad a los fotógrafos, que fueron CinemaLuz, y que fueron los fotógrafos en varios matrimonios anteriores que mostré, y en algunos futuros de los cuales escribiré también.
Gabriela y Cristián fueron unas de las primeras personas que yo conocí en la Iglesia Roca Grande, junto con Francisca y Javier.
Gaby era una chica de mi misma edad, había llegado a la iglesia antes que yo, no sé si mucho tiempo antes. Luego de convertirse al Señor, formó unas convicciones muy sólidas que a mi me animaban bastante, además de tener notables habilidades para la decoración y el diseño. Por otra parte, Cristián, más conocido por todos como Chanana, era un tipo muy amable y tierno, que siempre quería servir, y si no me equivoco también se había convertido hace poco.
La novia cansada de que su prometido trabaje tanto. |
Mientras el grupo de jóvenes de la iglesia iba creciendo y madurando, ellos se mantuvieron fieles.
Todo iba muy normal, hasta que ellos aparecieron juntos y anunciaron a la iglesia que pronto se casarían. De hecho, recuerdo cuando pasaron al frente de la congregación anunciando su compromiso y Chanana dijo unas cosas muy bonitas que nos enternecieron a todos.
Obviamente habían unos pocos hermanos que ya sabían de su situación, pero en general, no se esperaba esto y quedamos todos bien sorprendidos. Pero sorprendidos para bien, ya que eran una pareja muy linda, así que todos sonreíamos. Una pareja de hermanos muy fieles al Señor.
Extraño mucho a esos pequeños. |
También tenía la ventaja que en el mismo local habían cabañas en donde los novios podían arreglarse y así lo hicieron.
Nosotros llegamos temprano, y hacía mucho frío, así que prácticamente me saqué el abrigo antes de irme.
En la casona de Gaby, habían muchas niñas cambiándose, situación que quizá agregó un poco más de nervios a la novia. Una hermana gringa le ayudó con el maquillaje y probablemente otra hermana le ayudó con el peinado también.
Gaby se veía preciosa.
Al comenzar la ceremonia se escuchó la obertura de uno de los discos de Danilo Montero que le dio un ambiente muy especial. Las damas y los caballeros guardaban el camino.
Se desarrolló la ceremonia con normalidad, con la ayuda de Pastor Christian y también una reflexión del hermano Pedro.
Un recuerdo muy bonito que tengo de este matrimonio, fue el poder ayudarle a Gaby a crear una canción con sus votos, la cual cantó en la ceremonia y yo le pude ayudar con la guitarra. (Por cierto, mis dedos estaban medio congelados así que fue difícil).
Finalizada la ceremonia, -no sé si esto pasó en el orden que diré ahora- tuvimos los clásicos juegos de lanzamiento de ramo de la novia y el no tan clásico juego para hombres. Consistió en un cofre que tenía solo una llave que lo abría y que estaba escondida entre muchas otras llaves, y cada uno de los participantes debía escoger una y probar si era la correcta. El que lo lograba, abría el cofre y se llevaba un premio. ¡Muy ingenioso!
Luego, pasamos a una carpa en donde tuvimos un gran buffet ¡de hamburguesas! No sé ustedes, pero a mi me encantó.
Cada uno pasaba por la mesa escogiendo su pan y sus ingredientes y luego pasaba a su mesa. Buenísimo.
A la mitad de ese tiempo, tuvimos otro momento maravilloso, que fue tocar una canción de Juan Luis Guerra a los novios para que pudieran bailar su vals. Lucy cantaba la voz principal, ya que le quedan fantásticos los tonos bajos. Nacho, Luchito y yo ayudamos con segundas voces e instrumentos. Y la verdad, me gustó como salió y fue muy entretenido de tocar. Gracias a Gaby y Chanana por darnos ese honor.
Compartimos nuestra mesa con Lucy y Gonza, y sinceramente no recuerdo con quien más. Pero esa fue una buena oportunidad para hablar con ellos.
Los novios se veían felices.
Sin duda, de mis fotos favoritas. |
A medida que fuimos terminando la comida, se notó que la fiesta estaba terminando, y la gente comenzó a irse o dispersarse. Se partió la torta sin mucha gente, y luego, antes de irnos, nos tomamos unas fotos.
Ah, si. El tema con mi vestido. Este me lo había regalado mi mamá para otra ocasión, y decidí usarlo ya que no era tan glamouroso. Aunque en honor a la verdad me sentí muy incómoda todo el matrimonio porque era muy apretado. Pero ya está.
Lo único que debo decir, es que, fue uno de mis matrimonios favoritos.
Un recuerdo con nuestros hermanos, Lucy y Gonza. |
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