02/02/2019 ~Dámaris & Cristian~



“El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.”

‭‭1 Corintios‬ ‭13:7‬ ‭(NTV)


Cristian llegó tímida y silenciosamente a la iglesia hace un par de años. 
Yo lo vi.
Qué bellezas
Lo vi pero no me animaba mucho a hablarle. Como toda nueva persona, me daba curiosidad, pero eso no fue suficiente para animarme. Y al parecer a la mayoría le pasaba un poco lo mismo, porque en varios domingos recuerdo verlo solo. 
No fue hasta que el Pastor nos dijo (en tono amigable pero directo) a los jóvenes que por favor, habláramos con Cristian. Y así lo hicimos. Ese fue el pequeño empujoncito que -al menos yo- necesitaba para tratar de conocerlo. Y vaya que valió la pena.
Además de que me recordaba a un gran amigo, y eso lo hacía ver como alguien cercano, era realmente simpático. Y con esto me refiero a que no era de esas personas que uno dice que son "simpáticas" por cortesía. No. El realmente era muy simpático. Y si, muy gracioso. De un humor que me calzaba mucho. 

Desde que todos decidimos animarnos a hablarle, se integró rápidamente al grupo y desde allí forjó buenas amistades con muchos.
Tengo el vago recuerdo de estar en las clásicas (y excelentes) clases del instituto bíblico con él y que me hiciera algún comentario sobre que quería encontrar esposa, o que se estaba haciendo viejo para casarse. En ese momento, ambos formábamos parte del selecto grupo de "solteros" de la iglesia. Selecto, porque realmente la mayoría estaba casada e iba en aumento.   
Así, un poco antes de que yo empezara a preparar las cosas para mi boda, llegó otro chico a la iglesia. Él venía del sur, de un pequeño pueblito. Se veía sencillo, amable y su nombre era David.
David se llevó muy bien con Cristian, se hicieron buenos amigos. Tanto que David pensó prudente presentarle a una de sus mejores amigas, porque vaticinó que tal vez quisieran estar juntos... eventualmente. Se fueron al sur y le presentó a su amiga. Su amiga Dámaris, y con ese dato ya saben que David  acertó con su intuición de Cupido.
Comenzaron a verse, a viajar de aquí para allá, a regalarse cosas, a hablar de planes serios, y a casarse. 

¡Hermoso salón!¡Hermosos hermanos!
Un día miércoles del año pasado, me tocó ayudarla a llegar a un lugar de Santiago y tuve el placer de conocerla. Una chica que además de agradable, era muy guapa(con sus pestañas siempre encrespadas). Me sorprendió su personalidad y me cayó realmente bien.

Fue así como llegamos a su boda un día Sábado.
Adivinen cuál es mi parte favorita de esta foto
Afortunadamente, teníamos una gran casa donde llegar. Allí comenzarían nuestras vacaciones de verano.
Por la misma razón, decidí llevar un look muy casual, para no tener que cargar con tanto peso extra. Un simple vestido rojo (regalado la Navidad recién pasada) y unas chalas bajitas plateadas. No me sentí satisfecha con la parte estética del look, pero de que fue cómodo, lo fue, sobre todo por el calor infernal que hizo ese día debido a una ola de calor que nos tenía a todos medios muertos.
Los novios nos habían pedido que cantáramos una hermosa canción para ese día, por lo cual estaba media nerviosa. Al momento de cantar, los micrófonos no funcionaron, tuvimos que retirarnos de una forma bien incómoda y la boda siguió. Luego, volvieron a llamarnos, y aunque los micrófonos no estaban perfecto, cantamos igual. Un privilegio, y una emoción tremenda cantar ese bello himno.

Cabe mencionar que fue una de mis bodas favoritas en cuanto a los juegos. Quizá mi favorita. Hicieron una cantidad impresionante (y bien preparada de juegos) que me deleitaron de gran manera. Mi mejor momento fue vestir de momia a mi marido. No podía más con la risa.

El recuerdito que nos dieron era un magneto de una pequeña mantita a telar. Aquí está en nuestro refri. No sé si les había dicho, pero no disfruto para nada los souvenirs que no tienen ninguna utilidad. Qué decepción, ¿no? Bueno, para mi los magnetos caben dentro de la categoría útil, así que bien. 

No sé, me encantó.
Nos tomamos algunas buenas fotos con hermanos, comimos rico y jugamos mucho. ¿Qué mejor?






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