Nacho tuvo muchos buenos amigos y compañeros en la facultad de teología, entre uno de ellos estaba Mario. Yo no tuve la oportunidad de conocerlo mucho, pero sabía que compartían bastante y eso era suficiente. Nacho no tiene muchos amigos, así que si era su amigo era importante.
A Vannia estoy casi segura que la conocí en un campamento. A todo esto, creo que en este blog he mencionado un montón la instancia de "campamento" y nunca le había tomado mucho peso a eso. Sin embargo, ahora (recién) me estoy dando cuenta que es realmente una instancia importante en la vida de las personas que participan en ellos. En los años que participé, desarrollé muy buenas(os) amigas(os), tuve el primer acercamiento con quien sería mi esposo y aprendí muchas lecciones. Sin mencionar el hecho de que muchos de nuestros matrimonios amigos se conocieron o partieron conociéndose ahí.
En fin, Vannia. Creo que la conocí en un campamento, pareciera como si tuviera el recuerdo a punto de surgir, pero no recuerdo exactamente. Recuerdo que en ese momento ella estaba estudiando Pedagogía en Lenguaje, y eso me llamó la atención porque en mi mente eso significaba que le gustaba leer. Nunca le pregunté, pero tal vez debería. Era una chica muy tierna, amable, con el corazón puesto en servir al Señor. Sinceramente, nunca vi ninguna señal de que ellos se quisieran, por eso quedé tan sorprendida cuando vi la notificación en Facebook. Me pareció una noticia muy bonita, y se veían muy bellos juntos.
Gracias al Señor, nos invitaron a su matrimonio, recordando la amistad que Mario tenía con Nacho. Por mi parte, yo era afortunada de poder participar con ellos.
Escogí ir con un vestido que mi novio me había regalado de sorpresa, un vestido azul muy mono. Sólo me compré unas chalitas negras que necesitaba para otras cosas también.
Recuerdo que ese día nos estábamos arreglando en la casa de mis suegros, porque algunos de mis cuñados también iban. Busqué un bonito peinado en Pinterest y traté de imitarlo, sin mucho éxito, pero con decencia. Mi bonito tuvo el privilegio de ser el anfitrión de la boda, por lo cual estaba un poco (bastante) nervioso. La boda era cerca de mi tías, en San Bernardo, así que esos lugares me eran pseudo conocidos.
Cuando llegamos lo primero que me llamó la atención fueron los colores y el estilo de la boda. Le dije a Nacho que algo así me encantaría para nuestra boda. Era todo muy romántico, tierno y sencillo a la vez. Con colores pasteles que resaltaban la ternura.
La boda tuvo un momento mágico que fue cuando ellos hicieron su símbolo, el símbolo de la boda. Consistió en que el novio le lavaba los pies a su novia, tal como lo hizo Jesús con sus discípulos. Fue un símbolo hermoso, me encantó.
El cóctel fue muy bonito y rico, con carrito de dulces, muffins y bebidas deliciosas. Agradezco mucho a ellos y a Dios el privilegio de haber podido asistir a esa boda tan hermosa.
Puedo estar muy equivocada, pero se parece al Parque García La Huerta |
A Vannia estoy casi segura que la conocí en un campamento. A todo esto, creo que en este blog he mencionado un montón la instancia de "campamento" y nunca le había tomado mucho peso a eso. Sin embargo, ahora (recién) me estoy dando cuenta que es realmente una instancia importante en la vida de las personas que participan en ellos. En los años que participé, desarrollé muy buenas(os) amigas(os), tuve el primer acercamiento con quien sería mi esposo y aprendí muchas lecciones. Sin mencionar el hecho de que muchos de nuestros matrimonios amigos se conocieron o partieron conociéndose ahí.
En fin, Vannia. Creo que la conocí en un campamento, pareciera como si tuviera el recuerdo a punto de surgir, pero no recuerdo exactamente. Recuerdo que en ese momento ella estaba estudiando Pedagogía en Lenguaje, y eso me llamó la atención porque en mi mente eso significaba que le gustaba leer. Nunca le pregunté, pero tal vez debería. Era una chica muy tierna, amable, con el corazón puesto en servir al Señor. Sinceramente, nunca vi ninguna señal de que ellos se quisieran, por eso quedé tan sorprendida cuando vi la notificación en Facebook. Me pareció una noticia muy bonita, y se veían muy bellos juntos.
¡Hermosa foto! |
Gracias al Señor, nos invitaron a su matrimonio, recordando la amistad que Mario tenía con Nacho. Por mi parte, yo era afortunada de poder participar con ellos.
Escogí ir con un vestido que mi novio me había regalado de sorpresa, un vestido azul muy mono. Sólo me compré unas chalitas negras que necesitaba para otras cosas también.
Recuerdo que ese día nos estábamos arreglando en la casa de mis suegros, porque algunos de mis cuñados también iban. Busqué un bonito peinado en Pinterest y traté de imitarlo, sin mucho éxito, pero con decencia. Mi bonito tuvo el privilegio de ser el anfitrión de la boda, por lo cual estaba un poco (bastante) nervioso. La boda era cerca de mi tías, en San Bernardo, así que esos lugares me eran pseudo conocidos.
Lo que más recuerdo de la boda, precioso momento. |
Cuando llegamos lo primero que me llamó la atención fueron los colores y el estilo de la boda. Le dije a Nacho que algo así me encantaría para nuestra boda. Era todo muy romántico, tierno y sencillo a la vez. Con colores pasteles que resaltaban la ternura.
La boda tuvo un momento mágico que fue cuando ellos hicieron su símbolo, el símbolo de la boda. Consistió en que el novio le lavaba los pies a su novia, tal como lo hizo Jesús con sus discípulos. Fue un símbolo hermoso, me encantó.
El cóctel fue muy bonito y rico, con carrito de dulces, muffins y bebidas deliciosas. Agradezco mucho a ellos y a Dios el privilegio de haber podido asistir a esa boda tan hermosa.
No tengo fotitos mías, pero mi amado se ve guapísimo. |
Fue muy atractivo leer el relato... Estuve todo el tiempo imaginándomelo mientras leía.
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